Ubicación a pocos pasos de varios lugares, como la estación de tranvía y todos los museos.

Desayunos impresionantes y destacados con la mejor vista de la ciudad. Las habitaciones con una vista excepcional, camas cómodas y también televisión grande.

El internet era muy débil.

Los desayunos con la mejor vista de la ciudad.

La ubicación era bonita, a un par de manzanas del Schwedenbrucke. El desayuno era genial, la habitación era súper limpia y ordenada. Me ha gustado mucho la comida del desayuno disponible en el restaurante.

Me ha gustado mucho el restaurante. Nuestra habitación era única, también tenía un minibar, una caja fuerte y una zona de estar. Tenía una ubicación ideal, no muy lejos de la Catedral de San Esteban de Viena. Visitamos algunos lugares en el centro, a poca distancia andando del hotel.

Desayuné en el restaurante. El personal era super educado sin ser cansino. La ubicación era bonita y perfecta, la Catedral de San Esteban de Viena estaba no muy lejos del hotel. Una comida deliciosa en el restaurante en la azotea en los alrededores.

Una ubicación céntrica, no muy lejos de la Plaza de San Esteban. Además, está a pocos pasos de los lugares de interés de la ciudad y del tren del aeropuerto y también del tranvía.

Registro sin problemas y personal realmente atento y muy atento. La habitación era práctica, con un buen diseño y lo que es más - tenía incluido una ducha, un secador de pelo y zapatillas. Tuvimos un desayuno impresionante y destacado con la mejor vista de la ciudad.

Los desayunos con vistas panorámicas. El aeropuerto estaba a 20 km.

Pasamos unos días estupendos. El mejor sitio para descubrir Viena.

sin duda alguna, la ubicación del hotel fue favorable ya que se encontraba cerca del centro de la ciudad y del embarcadero para ir a Bratislava. Las vistas desde nuestra habitación deluxe fueron impresionantes, con una vista panorámica al centro de la ciudad y al Prater. Además, el personal del hotel fue muy amable y servicial, brindándonos un servicio de atención excepcional.

El desayuno fue decepcionante. Hubo problemas con la demora en la preparación de los alimentos, inclusive hubo días en los que no había personal de cocina a la hora indicada.

Las habitaciones eran lo suficientemente espaciosas y maravillosas y modernas, el desayuno delicioso. Y las instalaciones eran buenísimas. Ubicación: el hotel estaba justo al lado de varios lugares, como las estaciones de tranvía y del centro histórico. Según recuerdo, había una buena elección de restaurantes para comer, como Blumenwiese, que estaba a sólo 5 minutos a pie.

Había una araña.

Acogida por el personal amable y una bebida de bienvenida, check-in temprano, habitación con vista, chocolates y vino espumoso para celebrar nuestro aniversario, cama y baño cubierto de pétalos de rosa.... verdadero estándar 5 *.... conserje profesional, desayuno en el piso 18 muy bueno... Sofitel es siempre una garantía!

Habitación espaciosa y moderna. Vista increíble de Viena.Ubicación inmejorable cerca de puntos históricos.Atención del personal excelente.Desayuno completo y delicioso.

Casi perfecto.

El hotel contaba con una buena ubicación, cerca de los principales lugares de interés y de la estación de tren, lo que facilitó nuestro acceso a ellos. Asimismo, estuvo ubicado en una calle muy transitada, lo que nos permitió movernos con facilidad.

La limpieza de las áreas comunes no fue la mejor.